lunes, 10 de noviembre de 2008

eBook: ¿La sociedad sin papel?

Términos como “periódico electrónico”, “revista en línea”, que hace apenas unos años eran algo solamente conocido por los iniciados a Internet se han convertido en moneda de uso común en nuestros días. Muy probablemente la tendencia sea al alza en los próximos años, a medida que el uso del ordenador y de Internet sea cada vez mas generalizado si cabe. Como muy acertadamente expresa Robert Darnton al comienzo de su artículo “The New Age of the Book” el futuro anunciado por McLuhan aún está por venir pero si tenemos un nuevo invento o “Gadget”. El libro electrónico o también llamado “e-Book”

Cuando Umberto Eco escribe citando a Bolter "... es poco inteligente intentar predecir los cambios tecnológicos dentro de muchos años... pero es cierto que, al menos hasta ahora, los libros todavía representan la forma más barata, flexible y práctica de transportar información a muy bajo coste ", incidía de lleno en uno de los temas más controvertidos, del final de ese mismo siglo, y por extensión del mismo milenio. También dirá que: "leer en una pantalla no es lo mismo que leer un libro".

Inmerso aún en la cultura Gutenberg, no intentaré contradecir esa evidencia; pero afirmo rotundamente al mismo tiempo, y a estas alturas de la historia del libro y de la tecnología, que no se puede ser tan absolutista al respecto.
Si seguimos pensando así, es muy probable que terminemos como los inquisidores del XVI, que solicitaban al Papa Julio II la publicación de una Bula que permitiera quemar todos los productos de aquel, denominado por ellos "artilugio del demonio", que luego conocimos expandido por el orbe con el nombre de Imprenta.
El libro, y no hace falta reiterarlo, fue un hallazgo que, como la rueda o el arco de medio punto y otros pocos inventos, no tienen discusión en cuanto a su contribución al progreso de la humanidad. El libro que hoy conocemos, y que se ha conocido durante siglos va a ser objeto de una serie de transformaciones trascendentales y sustanciales.
En vista de ello, Willfrid Lancaster consideró, a finales de los 70 que la "sociedad sin papel" se acercaba a pasos de gigante. Lo mismo Afirmaba Bruno Lussato en esas mismas fechas. Y lo ratificaba Anthony Smith, poco después, con respecto a la prensa diaria.
Sin embargo, a principios del 3º milenio., hemos contemplado cómo buena parte de tales predicciones, no han resultado del todo ciertas y exactas. Y es que una cosa resultará ser el entramado de la "sociedad sin papel", y otra cosa bien distinta el modelo librario, prototipo de la difusión de la ciencia y de la cultura a lo largo de cinco siglos y medio.
El libro tuvo tal éxito, y lo sigue teniendo, no sólo como modelo tecnológico en sí, sino porque recogió una serie de modalidades ergonómicas que lo identificaron con el hombre y lo hizo una extensión de sus mismos sentidos. Se ha identificado tanto ese modelo con nosotros y con nuestra cultura que resulta o resultaba difícil, que tales actitudes pudieran gravitar sobre otro de distinta naturaleza y con similares características.
Las distintas sociedades han evolucionado considerablemente desde el descubrimiento de la escritura gráfica -en los albores de la protohistoria, ideográfica, jeroglífica o literal; y no siempre esa misma grafía ha tenido como soporte, un modelo como el que ha llegado hasta nosotros y se ha perpetuado, con muy pocas variantes, hasta los umbrales del citado 3º milenio.
Hemos visto transcurrir por la historia, soportes muy distintos en formas y estructura; desde, las tablas de arcilla de Ebla, Hatsor o Mesopotamia, hasta, las téseras de Luzaga y los Bronces de Osuna, el papiro egipcio o el perdurable pergamino, que llenaron casi dos milenios de las edades tanto antigua, como alto y bajo medievales.
El papel, adoptando el modelo del codex, supo ensamblarse de tal manera, que a Gutenberg le resultó muy sencillo expresarlo en esa forma simple y maravillosa que con tanta comodidad manejamos y de la que incesantemente hablamos: el libro impreso.
Pero, volvamos a ese prototipo de soporte, que también sirve ya para crear y leer, como es la pantalla de mi ordenador, en la que elaboro estas ideas y las leo y releo, antes de depositarlas en el inevitable por el momento, suave y milenario papel. Porque, en cierta manera, ese mismo papel ha sido el fruto de una evolución también milenaria y distante en el tiempo y en el espacio.
Entonces, ¿Qué es un e-Book? La respuesta es fácil pero tiene un doble sentido.
Un e-book, eBook- ecolibro, o libro-e, es una versión electrónica o digital de un libro. El término es ambiguo, ya que se refiere tanto a una obra individual en formato digital, como al dispositivo utilizado para leer libros en formato digital.

Tiene una serie de ventajas puede ser utilizado y reutilizado en las mismas tareas indefinidamente, con un consumo elemental de materia prima. En una palabra que el papel jamás pudo soñar ni ofrecer.

Podríamos enunciar razones ecológicas y de otro tipo: transportabilidad, capacidad, interactividad, almacenamiento, costes... que dejan bien claro que tomar como punto de partida este modelo, no constituye algo ilusorio y descabellado.
Desde el punto de vista ecológico tomamos en cuenta el crecimiento elevado de la población mundial, las necesidades de información de los humanos y el descenso de las áreas forestales del planeta, no es osado predecir que, en medio siglo o menos, podemos crear un grave desequilibrio en los ecosistemas, que impida el mismo desarrollo humano. Así de sencillo, al par que así de estremecedor.
Pensemos entonces en utilizar los modelos y los periféricos de que nos ha dotado nuestra inventiva para encontrar, si no la solución definitiva, si al menos un buen comienzo lleno de buenos propósitos.
Si alguien se anima aquí hay algunos ejemplos de estos dispositivos como el iLiad (fabricado por iRex, una filial de Philips), el Reader (PRS-500 y PRS-505) de Sony, el HanLin eBook, el Papyre (es la versión española del Hanlin v3), el STAReBOOK STK-101, el Bookeen Cybook.



miércoles, 5 de noviembre de 2008

Yes he could, yes they could

Tras veintiún meses de dura batalla, contra un muy digno rival, Barack Obama se ha alzado con una histórica victoria. Esperemos que las esperanzas que todo el mundo ha depositado en el político de Illinois se vean cumplidas.

martes, 28 de octubre de 2008

Papel vs. Web 2.0. ¿Un combate desigual?



Es verdad Internet a revolucionado el modo que tenemos de relacionarnos, adquirir nuevos conocimientos y hasta de pensar. Yo no lo dudo, ¿Pero este va a ser el fin del periodismo tradicional tal y como lo entendemos?.


Lo dudo mucho, tal vez las grandes empresas de comunicación tendrán que adaptarse a los nuevos tiempos, buscar nuevas fuentes de financiación, ya que la publicidad se esta mostrando insuficiente, reducir gastos... Los responsables de los periódicos lo sabrán mejor que yo seguro y llevaran mucho tiempo buscando infructuosamente esas soluciones.


Pero en España la cosa es diferente (otra vez más). Se imprimen cada día millones de periódicos en España. Sólo los tres principales gratuitos (Metro, Qué! y 20Minutos) tiran a la calle cerca de 3 millones de periódicos y con los cuatro o cinco diarios nacionales, la prensa especializada, los regionales… Echen cuentas: 7.000 periódicos equivalen a 1 tonelada de papel unos tres metros cúbicos de madera, o lo que es lo mismo, 13 árboles de tamaño medio. Millones y millones de árboles.¿Y no estábamos con lo del cambio climático?


Aquí surge uno de los principales argumentos de los defensores del periodismo digital, el cuidado del medio ambiente, y no hay muchos argumentos para defender a la prensa tradicional. Es verdad deberían poner en marcha una serie de medidas para que su actividad no tuviese ese enorme impacto medioambiental.

Me gustaría que esos grandes estudios sobre el impacto medioambiental también se realizasen con la implantación de las nuevas tecnologías.
Pero yo sigo en mis trece y el placer que me causa la lectura de un periódico no me lo proporciona un periódico digital. De hecho, tal vez sea mi miopía o mis incapacidades, pero yo no soy capaz de leer mas de un par de noticias de relativa extensión en un medio digital. Me canso, me aburro, me causa un terrible tedio, algo que no me sucede con el papel y estoy seguro que no soy la única persona a que le sucede esto. Si la gente fuese sincera tal vez nos llevaríamos una gran sorpresa.
Por esto yo seguiré fiel al papel, aunque por ello no renuncie a visitar paginas como el confidencial.com o la versión web de mi añorado Faro de Vigo